Metropolitano de Paleta Frontón

Publicado por Manolo Bonillla

junio 20, 2023

La edición XLIX del Torneo Metropolitano llegó a su fin, con sólidas y celebradas participaciones de los deportistas del Club. Quisimos aprovechar entonces para relatar la historia detrás de esta tradición deportiva que ya va a cumplir medio siglo de vigencia.

Nuestro tradicional torneo empezó como todas las cosas destinadas a durar. Al inicio, fue un proyecto entre amigos que practicaban deporte frente a una pared verde y que,
lo entendieron pronto, debía profesionalizarse si es que querían dejar un legado. Era 1970 y la selección peruana de fútbol había llegado al Mundial de México. En ese contexto, la paleta frontón ya se jugaba en el país desde hacía dos décadas, por lo menos.
El antepasado fue el handball, más conocido como pelota vasca. Sin embargo, las versiones coinciden en señalar el año 1945 como la primera vez que un peruano, llamado Eduardo Bello Escribens, impactó una pelota contra el muro de handball, pero con una paleta de madera. Ese mismo año, otros entusiastas que atestiguaron el suceso decidieron confeccionar las suyas. Así nació un deporte con DNI peruano.

Uno de los torneos que ha crecido de manera paralela a la difusión del deporte es el Metropolitano de Paleta Frontón, que viene organizando el Country Club de Villa durante más de medio siglo. Es una competencia que convoca a jugadores de diferentes categorías de los principales clubes deportivos de Lima, como el Country Club de Villa, el Club de Regatas “Lima”, el Club Punta Negra, el Jockey Club del Perú, el Club Tennis Las Terrazas Miraflores, entre otros. Hasta antes de su creación, los torneos eran duelos entre jugadores sin estandarización ni reglamento. Muchas veces, los propios jugadores organizaban esos torneos en los que participaban socios y algunos invitados.

A partir del Metropolitano, los partidos empezaron a jugarse con horarios fijos, árbitros y jueces de línea, por ejemplo. En el Country Club de Villa se capacita ron asociados como Mario Roggero, Darío Gonzales y Charles Morín para que puedan ejercer esa función (podían aplicar sanciones a los jugadores que mostraban conductas no deportivas, exigir que usen uniforme del club al que representaban, etc.). ¿Cómo funciona? Los clubes hacen torneos selectivos a la interna para determinar quiénes serán sus representantes por categorías. Podríamos decir que el Metropolitano es como una antesala para las contiendas a nivel regional. De hecho, el primer Nacional lo ganó Alonso Chávez Molina. Cabe mencionar que en los campeonatos nacionales no se representa a clubes, sino que se participa a título personal. Sin embargo, Chávez Molina era, en ese momento, socio del Country Club de Villa.

Un clásico

A lo largo de 49 ediciones, decenas de deportistas y cientos de partidos, la vigencia de la paleta frontón como un deporte central en la vida deportiva del Club es incuestionable. Esta es solo una muestra.

Fotografía: Sanyin Wu

Fue Edmundo Jacobs Plücker quien retomó un torneo previo, coordinado por Claudio Suárez, y emprendió en 1970 la tarea de organizar los Metropolitanos, de manera ininterrumpida, hasta el año de su fallecimiento en 2005. Dos años antes, el Club había decidido que el torneo lleve su nombre en honor a su labor de promoción.

Pero, ¿cómo surgió la idea? Fue Edmundo Jacobs Pflücker quien retomó un torneo previo, coordinado por Claudio Suárez, y emprendió en 1972 la tarea de organizar los Metropolitanos, de maneraininterrumpida, hasta el año de su fallecimiento en 2005. Dos años antes, el Club había decidido que el torneo llevará su nombre en honor a su incansable labor deorganización y promoción. La biografía mínima de Jacobs Pflücker podría empezar así: nació en Huanchaco el 5 de enero de 1924, el mismo año que el actor Marlon Brando y el artista peruano Jorge Eduardo Eielson. En Trujillo cursó sus años escolares y,posteriormente, migró a Lima para estudiar Ingeniería Civil en la Pontificia Universidad Católica del Perú. En 1952 se casó con Rosa Martínez y tuvieron cinco hijos y doce nietos. Fue uno de los mejores ingenieros civiles calculistas y, entre sus principales obras, podemos citar el Centro Comercial Camino Real y el Hotel Crillón. Pero su pasatiempo más apasionante era la paleta frontón. De otra manera, no podríamos explicar su dedicación y su constante búsqueda por mejorar el deporte. Incluso creó un premio especial dentro del Metropolitano: se lo entregarían al jugador o a la jugadora que haya exhibido una cualidad especial que el propio Jacobs percibía. En vida, se lo entregó a Marco Güimac y, al año siguiente, a Claudia Suárez, la misma destacada deportista que obtuvo el primer puesto en ediciones seguidas, incluida la de este año.

En 1977, Edmundo Jacobs se convirtió, gracias a su profesionalismo, en el primer presidente de la Comisión Nacional de Paleta Frontón. Tiempo después, la Comisión se convirtió en Federación y él dejó la presidencia en manos de Víctor Flores, del Club de Regatas “Lima”, para ocupar la vicepresidencia. Con el Metropolitano en plena efervescencia, se introdujeron varios cambios al reglamento: un cuadro de doble eliminación (que evitaba la eliminación inmediata después de perder un solo partido); se estandarizaron las medidas de la cancha, de la altura de la lata y de la distancia para línea de saque para los partidos de singles y dobles; se homogenizaron el tipo de bolas (se pasó de las pelotas de tenis peladas a las negras marca King) y las raquetas; se estableció como obligatorio el uso de drizas para sostenerlas; se definió el block y el foul, entre otras. En todo ese tiempo, hubo una rivalidad clásica entre el Country Club de Villa y el Regatas «Lima». A este último se le consideraba la cuna del frontón y a Villa, de tener muy buenos jugadores. Antes de Claudia Suárez, hubo otra gran deportista llamada Pecky Balbuena, quien era asociada del Villa, la acostumbrada a subir al podio. En varones, el primer campeón nacional, como lo mencionamos arriba, fue Alonso Chávez Molina. La gestión de Edmundo Jacobs, por otro lado, procuraba ubicarse por encima de esa competencia. De hecho, hizo muy buenos amigos entre los socios del regatas como Guillermo Toro Lira, Juan de las Casas, Julio Cabrera y Luis Felipe Alarco. También organizó campeonatos relámpagos (que se jugaban en una sola tarde) con socios seniors de ambos clubes.

El legado

Tres de los cinco hijos de Edmundo Jacobs posan en una de las canchas del Club durante la fecha final del XLIX Torneo Metropolitano. De izquierda a derecha: Mónica, Gustavo y Magali.

Fotografía: Mario Zapata

A partir del año 2006, los hijos de Edmundo se vincularon de manera mucho más activa al Metropolitano. Para la familia, otorgar el trofeo “Edmundo Jacobs Pflücker” cada año significa recordar a su padre en una de sus facetas más apreciadas. Para el Club, es una manera de mantener vivo su legado.

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