Un lenguaje en común llamado paleta frontón
Publicado por Carlos Portugal
septiembre 11, 2023
Un deporte que nació en el Perú encuentra una nutrida legión de adeptos en el Club.
La disciplina de la paleta frontón tiene un efecto transversal y de comunidad.
Porque la camaradería no conoce de géneros ni de edades
Hay episodios en las biografías que parecen escritos para cumplirlos. Le pasó a María Elena Lanatta, cuando ingresó a trabajar al Centro Internacional de la Papa (CIP) a inicios de los noventa. Ella, que había sido una rigurosa tenista hasta los 16 años, encontró un escenario peculiar en su trabajo: había hasta cinco canchas para practicar básquet, vóley y paleta frontón. No solo eso: el fundador del CIP, Richard Sawyer, estaba enamorado de este último deporte y lo jugaba, fervientemente, cada día a las cuatro de la tarde. A esa hora y al mediodía, las canchas eran tomadas por decenas de entusiastas colegas suyos que consideraban la paleta frontón como parte de sus jornadas diarias. Esa pasión deportiva la contagió. “Ahí me enganché y escuché por primera vez del Nacional”, recuerda María Elena un sábado por la mañana en Villa. Lanatta fue una asidua participante de los Torneos Nacionales y de los Metropolitanos de Villa durante todos estos años. Entrenaba durante la semana y competía los fines de semana. Su pareja la acompañaba en cada sede que le tocó jugar. “Ese fue el modo competencia que tuve desde el año 1995: tengo dos hijas y hasta he jugado con barriga de seis meses”, ríe María Elena. En su último Metropolitano, disputado en mayo de 2022, se lesionó el hombro y tuvo que retirarse una temporada por recomendación médica. Ha vuelto a la rutina de entrenamiento recién hace dos meses. “El deporte competitivo lo entiendo como un reto contigo mismo. Encuentro mucha satisfacción en la etapa previa de entrenamiento y preparación; disfruto estar conectada en el torneo; y, en el post, me siento a evaluar qué hice mal. Ahí descubres cosas que están dentro de ti y que se muestran durante un partido, con sus virtudes y oportunidades de mejora”.
Para Marianella Álvarez, en cambio, la competencia define su práctica deportiva: en los grupales, como el hockey y el softball, pero también en los individuales como la paleta frontón. Tiene 35 años y empezó a jugarlo con su papá como un pasatiempo de playa. Fue un verano, en Puerto Viejo, hace poco más de una década cuando ambos tomaron unas viejas paletas de madera por primera vez. Su papá y abuelo eran tenistas del Club. “Soy la única que juego con guantes, porque me costaba mucho agarrar la paleta. Mi saque es raro, tengo mala postura y no mucha técnica; pero sí tengo fuerza. Por eso, mi estrategia es salir a darlo todo desde el arranque”, dice Marianella como tratando de explicar la fuerza que le aplica al juego. Óscar León, el ingeniero petroquímico, llegó a Perú desde Argentina en 1991. Aquí puso su empresa de gestión ambiental y conoció al amor de su vida jugando a la paleta frontón. Se llama Claudia Valdivia y ella también coincide con ese grado de revelación que significó haberse visto en una cancha. “Desde los 27 años, he jugado tenis y golf , pero desde que conocí la paleta frontón hace 35 años no la he soltado”, dice Óscar León, quien usualmente juega tres veces a la semana. “Desde que era adolescente, siempre me ha gustado el deporte y ejercitarme. Acompañaba a mi papá al Centro Naval y le agarré el gusto al frontón como un pasatiempo”, cuenta Claudia, que trabaja como diseñadora. Recién hace seis años, tomó la decisión de practicarlo con mayor regularidad. “Es mi pasión, un vicio positivo, y poder jugarlo con tu pareja, mucho mejor. Uno empieza a jugar, dice que solo serán dos sets y termina jugando nueve”. El actual ministro de Comercio Exterior y Turismo, Juan Carlos Mathews, también es un deportista nato. Durante cinco años, apenas terminó el colegio, practicó kung fu hasta que conoció la paleta frontón. A pesar de sus responsabilidades, procura siempre darle un espacio al deporte. “Es un necesario equilibrio entre el trabajo y el estudio; yo lo contrarresto con el frontón para evacuar presiones”, dice Mathews, que disputó la final de su categoría, en dos oportunidades, durante una edición del Campeonato Nacional de Paleta Frontón. “Al igual que en el planeamiento estratégico, cuando defines un objetivo y un camino para llegar a ese resultado, pasa lo mismo en el frontón. Si juegas para competir, tu objetivo es ganar; y para ganar, debes tener una estrategia y prepararte”. El abuelo de Werner Jiskra jugaba tenis y su papá corría tabla. Desde niño, cuando tenía cinco años, recibió clases de tenis y de fútbol en el Club. A los doce ya intercalaba su tiempo libre entre el squash y la paleta frontón. En el Metropolitano del 2012, tuvo su debut en la categoría Menores. Ahí se dio cuenta que necesitaba entrenar y buscó a la mejor: Claudia Suárez, notable deportista nacional. Asumió ese reto con la firmeza y el ímpetu de sus catorce años. Desde entonces, no se ha detenido. Durante el Metropolitano 2022, tanto en Singles como en Dobles, llegó hasta cuartos de final. En los últimos años, por su trabajo como psicólogo, quizás la paleta frontón haya pasado a un segundo lugar, pero la vida deportiva sigue siendo una disciplina para él. En todo este tiempo, rescata tres aprendizajes. “Primero, poder regular el temperamento y las emociones fuertes. Es decir, canalizar esa energía para concentrarme en un punto específico. Segundo, la consistencia para mejorar. No sirve solamente ponerle intensidad a un momento específico: hay que tener la capacidad de extenderlo y ser consistente para entrenar y descansar de manera ordenada. Tercero, convivir con el error. En el frontón, los errores son muy comunes, y ser consciente de eso me ha ayudado a asimilar los errores como parte del camino, como pequeños triunfos por haberme permitido arriesgar
Fotografía: Sanyin Wu
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