¿Vas a la playa o a la piscina este verano? ¿Ya te pusiste fotoprotector?
Todos queremos disfrutar del sol en esta temporada, pero también conviene entender cuál es la manera responsable de hacerlo para evitar contratiempos futuros en la piel. Por ello, entrevistamos al reconocido dermatólogo clínico Óscar Cruz Bayona para que pueda compartir con Refugio unas recomendaciones fáciles de poner en práctica.
¿Por qué es importante el uso de fotoprotectores en nuestras rutinas diarias?
Son importantes para poder exponernos de forma responsable ante el sol, contrarrestar sus efectos y mantener la integridad de nuestra piel.
¿Cuántas veces recomienda aplicarse el protector solar?
Cuatro veces al día. O cada tres horas, de forma óptima. Lo mínimo sería aplicarlo en la mañana y tener un refuerzo posterior al aseo, en la tarde, siempre sobre piel limpia. Recordemos que el protector solar debe ser el último paso de una rutina de skin care y el primero, antes de maquillar.
¿Cuántas opciones de fotoprotectores existen en el mercado?
Existen distintos tipos de fotoprotectores que se adecuan al estilo de vida y tipo de piel de cada persona. Para las pieles mixtas a grasas con tendencia a imperfecciones se recomienda utilizar fotoprotectores con tecnología de control de la grasitud y que reducen la producción de cebo. Para las pieles con manchas oscuras o con hiperpigmentación, existen protectores solares con ingredientes despigmentantes como el Thiamidol, principio activo patentado exclusivamente por Eucerin.
Si lo que se busca es reducir las arrugas o primeras líneas de expresión, también están los protectores solares para prevenir y corregir los signos de la edad con activos como el ácido hialurónico, que humecta la piel de forma intensiva.
Entonces, ¿qué características ideales debe tener un fotoprotector?
La protección UVA de alto espectro, la neutralización de los radicales libres y la potenciación de mecanismos naturales que puedan reparar la piel dañada. La elección debe responder, sobre todo, a las necesidades específicas de cada persona. Por ejemplo, los protectores de Eucerin neutralizan los radicales libres y también contienen ingredientes activos que van a mejorar la textura y la adaptabilidad a cada tono de piel.
Hay pacientes que eligen mate, sin o con color, más o menos hidratado, que tengan resistencia a la sudoración, etc. Uno de esos ingredientes adicionales en los protectores de Eucerin es el ácido glicirretínico, que repotencia los mecanismos naturales para poder reparar el ADN maltratado por la exposición solar.
¿Cuáles son los protectores solares que recomienda?
Me gusta el Sun face Hydrofluid, de Eucerin, con factor de protección 50+. Es de rápida absorción y no deja sensación pegajosa ni cúmulos sobre la piel. Me gusta porque además contiene ingredientes que neutralizan estos radicales libres que mencionamos y apoyan el mecanismo de reparación propio de la piel. Entonces neutraliza y repara a la vez. El otro que me gusta es el Sun Face Pigment Control, también con factor 50+, de textura ligera, resistente al agua y al sudor, que sirve para todo tipo de piel y que recomiendo para mis tratamientos de manchas, melasma y lentigos. El tercero que recomendaría para el cuerpo es el Sun Body Sensitive Protect, también de Eucerin, una loción de textura liviana, con factor 50+, que contiene antioxidantes para proteger las células de la piel y podemos usar incluso en piel muy seca o extremadamente seca.
Lo recomendable es aplicarse protector solar cuatro veces al día. O cada tres horas, de forma óptima. Lo mínimo sería aplicarlo en la mañana y tener un refuerzo posterior al aseo, en la tarde, siempre sobre piel limpia.
¿Cuáles son los efectos de la radiación solar si no tomamos en cuenta estos cuidados?
Quizás el más importante sea el fotoenvejecimiento, que envejece la piel de manera prematura. La exposición prolongada a la luz ultravioleta produce arrugas, finas y gruesas, además de causar pigmentación irregular. Es decir, manchas grandes en forma de pecas (lentigos). Otro efecto a tener en cuenta es la queratosis actínica: cuando aparecen manchas ásperas y escamosas sobre la piel, sobre todo en el dorso de los brazos y antebrazos. Pueden ser consideradas precancerígenas porque pueden evolucionar y formar un carcinoma basocelular o espinocelular. También existe la queratosis seborreica, que nacen en áreas más expuesta a la luz solar y son más oscuras y blandas.
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