Crónicas Barcianas

Por: Rey Bar–Burí

Presenta: Cuentos navideños


CUENTO DE NAVIDAD

Por: Alfredo Arana


La menuda mujer entregó agitada en la ventanilla el billete ganador del premio mayor. A la futura Bill Gates versión perucha le parecieron horas lo que demoró el ventanillero en responderle: “¡Ya pues señor, el sorteo de esto todavía es la otra semana…!”. Roja primero por lo de “señor” (que dejaba mal parado al afamado coiffure que le acababa de hacer la permanente), pálida enseguida por la fecha oída, la exfutura Bill Gates comprendió entonces muy tarde y de porrazo  que la paisana analfabeta que en la calle le rogó le leyera una carta cuyo contenido decía que “autorizo a la portadora del presente billete ganador de la Lotería Navideña a cobrar el premio de mi pertenencia”, y a la que ella había entregado hasta el último céntimo que tenía en su cartera los cuales “te los cambio por este papelito sucio que tienes” resultó ser una estafadora. Habíase producido pues un nuevo timo con un cuento viejo. El Cuento de Navidad.



CUENTO DE NAVIDAD 2

Por: Alfredo Arana


Érase un pavo adolescente al que le llegaba al buche la Navidad. Detestaba esta época más que nada. Y todo era culpa de esa funesta tradición de la cena navideña. Antes que él ningún pavo se había resistido a la rutina culinaria del veinticinco a las doce (incomprensible costumbre que le ponía las plumas de punta de solo imaginar su ritual). Pero a él eso lo angustiaba por completo. Y es que en esa peculiar sociedad de pavos, él era un pavo peculiar. Un pavo que no cedería ante lo que no estaba de acuerdo. Un pavo que tenía muy claras sus prioridades y preferencias. Un pavo que ya estaba harto de comer humanos rellenos horneados cada diciembre.