Fútbol peruano: Bajo orden de Urresti

Por: Mariano Naranjo Bustios
Periodista Deportivo

Y, sin duda, lo del ministro Daniel Urresti, durante estos últimos días, ha desatado una serie de opiniones encontradas por el protagonismo que tomó para con el fútbol. Las postergaciones de la definición del Clausura y, posteriormente, del playoff, lo sindican como el responsable.
Pero… ¿Verdaderamente lo es?


El fútbol peruano está cerrando un 2014 verdaderamente para el olvido, quizás solo comparable con aquel final del 2003 cuando los agremiados se levantaron y el torneo terminó el verano siguiente,  con partidos extras que perjudicaron a Sport Boys.
Si bien es cierto desde finales de octubre existe la incertidumbre sobre quién llevará los destinos del fútbol peruano, esto ha sido aprovechado por personas ajenas al fútbol para buscar notoriedad.
Y, sin duda, lo del ministro Daniel Urresti, durante estos últimos días, ha desatado una serie de opiniones encontradas por el protagonismo que tomó para con el fútbol. Las postergaciones de la definición del Clausura y, posteriormente, del playoff, lo sindican como el responsable.
Pero… ¿Verdaderamente lo es?
Vayamos por partes. Es cierto que el torneo tenía sus fechas y calendarios ya establecidos –de acuerdo a lo indicado por la ADFP– y que lógicamente no se podían establecer o determinar los encuentros definitorios por lo apretado de la tabla. Sin embargo, previamente a la última fecha ya era posible descifrar que Alianza o Cristal podían tener que jugar un partido extra para definir al Campeón. Entonces, ¿Por qué se esperó hasta el lunes 1 de diciembre para definir un escenario?
Error claro y flagrante de la Asociación que fue lo que permitió al ministro Urresti poner contra la pared al fútbol peruano al negarle el permiso para jugar la primera definición, inicialmente programada en Lima y luego en Trujillo, teniéndose que jugar en Arequipa.
Aquí, evidentemente el ministro se olvidó de algunos detales que van más allá de la seguridad y que, conversando, se hubiesen podido solucionar antes de dar discursos públicos que, sin duda, generaron zozobra entre los hinchas. Ojo, y no hay que olvidar todos los gastos que han tenido que solventar los clubes y, sobre todo, aquellos hinchas que seguramente compraron sus pasajes para Trujillo y después para el postergado primer partido de playoff en Chiclayo.
Entonces, responsables son varios en este embrollo: Urresti, la ADFP y la propia Federación, no queda duda. Y mencionamos también a la Federación Peruana de Fútbol por el silencio que adoptó ante todos estos problemas.

Veremos qué pasará el 2015. Desde ya la posición del ministro ha sido un contundente: “No más seguridad policial en los estadios de fútbol”.
Si los clubes con las justas pueden cubrir sus planillas, es imposible pensar que podrán contratar seguridad privada. Además, el congresista Belaúnde señaló que existe una ley que establece que la Policía debe controlar los establecimientos en eventos en donde haya público. Dicha norma se aprobó luego del caso del joven aliancista Walter Oyarce. “Sea cual fuere el propietario o el régimen de propiedad, la Policía es la autoridad para el mantenimiento del orden y tomar las medidas necesarias en función de la propiedad de los ciudadanos”, remarcó el legislador. 
Queda la duda, entonces. ¿Por qué el ministro Urresti aceptó dar el play de honor en un Clásico? ¿O acaso ya lo olvidó?
Para encontrar soluciones es necesario diálogo. ¿No hubiese sido conveniente dejar jugar los partidos y antes de salir a hablar públicamente, dialogar?
¿Lo sucedido es una especie de foul a Burga y al propio sistema actual del Torneo?
El tiempo corto que queda en este 2014 lo dirá. Lo cierto es que, por ahora, Urresti tomó más protagonismo que el propio Campeón Nacional. Esperemos que no haya sido tan solo por afán político.