Mayweather vs Pacquiao

La pelea del circo

Por: Mariano Naranjo Bustios
Periodista Deportivo

Desde antes del combate se sabía que Mayweather se convertía en el deportistas mejor pagado del mundo en el 2015, producto de los 120 millones de dólares que recibió. Quizá ello puede entenderse como una de las razones por las cuales Floyd prefirió especular antes que salir a ganar. Si él hubiese querido, pudo haber hecho un mejor espectáculo. Pero parece que con la bolsa llena solo quiso aguantar, y de vez en cuando soltar un gancho que le diera los puntos necesarios para derrotar a su rival.


La llamaron la pelea del siglo. Asumo que lo era para aquellos que recién empiezan a ver el box. El  título del artículo suena más justo. La Pelea del circo.
Me queda aún en el recuerdo las peleas, mejor dicho, los super combates, que observé de pequeño y sobre todo la calidad de boxeadores como “Mano de Piedra” Durán, “Sugar” Ray Leonard, Tommy Hearns o el “Maravilloso” Marvin Hagler. A esas alturas, las míticas peleas de Muhamad Alí las pude ver como repetición, y George Foreman bordeaba los 40 años pero todavía noqueaba. ¡Qué tiempos!
Hasta que apareció un boxeador que ni siquiera dejaba a uno acomodarse frente al televisor. Era un demoledor. Mike Tyson hizo gala de una ferocidad en el cuadrilátero que poco a poco se fue esfumando por sus actitudes fuera del ring, hasta que llegó aquella mordida a Holyfield que prácticamente sentenció su carrera.
De hecho en todo momento había boxeo, pero también en algunos casos se creaba toda una expectativa circense que terminaba en un gran combate, al estilo de las mejores películas de Sylvester Stallone con “Rocky”.
Figuras posteriores a los boxeadores inicialmente nombrados, han habido: Óscar de la Hoya, Julio César Chávez o el “Macho” Camacho, aunque para mi juicio, ninguno tan demoledor como Tyson.
Por eso cuando se hablaba de la pelea del siglo, es decir de un combate esperado por todos, la expectativa se daba por enfrentarse cara a cara los dos mejores peleadores de la actualidad. Cada cual con su estilo.
Esta vez ya no había un Don King que se encargaba de darle bríos a la pelea. Ellos mismos eran los protagonistas de un duelo esperado y que, sin duda, cubrió de dinero a todos los implicados.
Negocio lo fue: se repartieron una bolsa de 200 millones de dólares, se batieron récords en pay per view, sin dejar de mencionar a las casas de apuestas.
Desde antes del combate se sabía que Mayweather se convertía en el deportistas mejor pagado del mundo en el 2015, producto de los 120 millones de dólares que recibió.
Quizá ello puede entenderse como una de las razones por las cuales Floyd prefirió especular antes que salir a ganar. Si él hubiese querido, pudo haber hecho un mejor espectáculo. Pero parece que con la bolsa llena solo quiso aguantar, y de vez en cuando soltar un gancho que le diera los puntos necesarios para derrotar a su rival.
Pacquiao, quien podría ser suspendido por no informar sobre su lesión, fue el que brindó el espectáculo, pero no le alcanzó. Es evidente que si había lesión, eso lo mermó, sobre todo en el cuarto asalto. Sus golpes apenas hicieron daño a Floyd, es decir, fue muy cauteloso y eso le costó caro. Si hubiese sido un poco más agresivo, quizá la historia cambiaba, pero los jueces dictaminaron como ganador en forma unánime a Mayweather. 
El filipino dijo sentirse "sorprendido" por la derrota ante el boxeador estadounidense. Consideró que debió haber ganado porque llevó el ataque todo el tiempo y el “Money” solo se dedicó a correr.
Se habló mucho de revancha. Apenas culminó el combate, se mencionó que todo estaba dispuesto para que sea en setiembre. "Él es un peleador muy difícil, así que tuve que tomar mi tiempo y verlo de cerca. Manny Pacquiao es un verdadero campeón y los dos hicimos nuestro mejor trabajo esta noche", dijo el peleador invicto. Pero luego de varios días y tras conocerse la lesión al hombro de Pacquiao, Floyd Mayweather cambió de discurso y criticó duramente a Pacquiao, negándose a volver a enfrentarlo: “No lo haría porque es un mal perdedor. Y un cobarde. Eso no se hace”.
Evidentemente el triunfo lo hizo aún más presumido.  “La pelea fue un mal negocio”, señaló, pero, incluso, golpeó más fuerte, como sacando aquellos golpes que olvidó aquella noche en Las Vegas: “Si me enfrentara a Pacquiao diez veces, le ganaría diez veces. Si lo hiciera veinte veces, le ganaría veinte veces. Y si lo hiciera 100 veces, le ganaría 100 veces. Simplemente soy mejor que él”.
Como lo señaló el periodista Juan Carlos Ortecho, “Mayweather es el mejor, pero la historia se encargará de contar que optó por la deshonra del riesgo calculado antes que la gloria”. Y eso pudo observarse la noche del 3 de mayo.
Como diría mi abuelo si estuviese vivo: peleas y de las buenas, las de mis tiempos… esta que vimos, más que pelea del siglo, fue una pelea de circo.