Violencia vs. No Violencia: Libertadores vs. Champions

Boca le puso pimienta a su serie

Por: Mariano Naranjo Bustios
Periodista Deportivo

Aquella jornada del 14 de mayo, en la cual el fútbol pasó a un segundo plano, la violencia exacerbada y el fanatismo incontrolable malograron un espectáculo que debió darse en el gramado, no a la salida de un túnel. Debió tener como protagonista a la pelota y no al gas pimienta que lanzó una persona que se hace llamar hincha.


El fútbol tiene esos detalles que lo hacen apasionante. Como la noche del 27 de mayo en la que River revivió y sacó a relucir su categoría de equipo grande y derrotó en su propia casa a Cruzeiro para seguir con vida en la Libertadores.
Paradojas de la vida, una semana antes, había caído derrotado en su propio estadio Monumental de Núñez y muchos lo daban por muerto. Pero sucedió lo impensado. Como si aquellas heridas recibidas tras salir del túnel de la Bombonera hubiesen calado hondo en sus jugadores haciéndolos reaccionar. La jerarquía pesa, sobre todo en los momentos importantes del fútbol.
Y justamente hablamos de River por lo que se vivió aquella jornada anterior del 14 de mayo, en la cual el fútbol pasó a un segundo plano. La violencia exacerbada y el fanatismo incontrolable malograron un espectáculo que debió darse en el gramado, no a la salida de un túnel. Debió tener como protagonista a la pelota y no al gas pimienta que lanzó una persona que se hace llamar hincha. 
Incluso la demora en la decisión de parte de las autoridades del partido creó una atmósfera aún más cargada de la que ya existía, alargando en forma totalmente innecesaria la agonía para el cuadro de River.
Lo más lamentable fue la mano blanda de la Conmebol para sancionar a Boca. El cuadro xeneixe quedó descalificado de la Copa Libertadores 2015 y jugará cuatro partidos sin público en La Bombonera, debiendo, además, pagar  200 mil dólares de multa.
¿Recuerdan la sanción que recibió Alianza Lima por el uso de bengalas en un partido de la Copa Sudamericana? 150 mil dólares y tres partidos internacionales a puertas cerradas.
Comparamos las sanciones y no hay mucha diferencia. Si se quería sentar un precedente, la sanción debió ser más drástica. ¿Se deben erradicar las barras bravas en el fútbol?
Es evidente que sí. No le hacen ningún bien al espectáculo. Ahuyentan al hincha, a las familias. Afean el espectáculo. Uno observa los partidos de la Champions y se nota la diferencia, fuera de lo futbolístico, en el comportamiento de los hinchas.
El periodista ecuatoriano Esteban Ávila había señalado que “mientras la Copa Libertadores de América era escenario del bochorno que Boca y River protagonizaron en Buenos Aires el jueves 14,  Europa se erige como el epicentro de la admiración del universo de los aficionados. Todo gracias al espectáculo que logra imprimir en los partidos de la Champions League. Paradojas del destino, son jugadores sudamericanos quienes le ponen sabor futbolístico a una competencia que supo, al menos, disimular la violencia que aún acorrala a este lado del mundo”.
Lamentablemente en Europa también ha habido un aumento en la violencia en el fútbol, en comparación a años anteriores, pese a que las sanciones son sumamente drásticas. En ese aspecto, la UEFA no tiene reparos en castigar como en algún momento se hizo con los “hooligans”.
Inglaterra, Alemania, Italia y Francia han adoptado varias medidas como el cierre parcial de las tribunas, identificar a los aficionados a través de un carné o prohibir que los aficionados rivales vayan a otros estadios (algo similar como sucedió en el último clásico jugado en Matute).
Los problemas económicos, el alza del nacionalismo y el racismo son algunas de las razones que han impulsado la violencia en el fútbol. Razones no ajenas ni desconocidas en Sudamérica, por cierto.
Como vemos, la violencia en el fútbol no es un tema exclusivo del Perú o de Sudamérica. También persiste en Europa. La diferencia es la preocupación por resolverla, y por lo menos yo estoy convencido de que el deporte, no solo el fútbol, es el camino correcto para la decencia y las buenas prácticas a todo nivel, concepto del Olimpismo. Lástima que eso no haya sido aprendido por los dirigentes del corrupto círculo de la FIFA.
Para terminar, unas líneas de la emotiva carta que escribió un hincha tras los sucesos de la Bombonera y en donde criticaba a los jugadores de Boca por la falta de solidaridad con el rival: “Podemos ganar o perder, lo que no podemos es pifiar como personas. Yo les pido a ustedes referentes que encuentren la dignidad que no tuvieron el otro día en la cancha y pidan disculpas. Y sepan, como ídolos de Boca que son, que ustedes se deben a los hinchas, no a los mafiosos. Y no me digan que no se puede, que son rehenes… Riquelme demostró que se puede ser ídolo de Boca (tal vez el máximo de la historia) sin rendirle cuentas a ningún barra brava. Tengan un poquito más de coraje, de humanidad y de amor por los colores de Boca”.
Es hora de volver a creer en el buen fútbol; de disfrutarlo con salsa, pero sin pimienta.