A propósito de la comida peruana
Elíjase la ruta que se elija, hablar sobre el Perú finaliza en un inevitable camino: su comida. Cierto. La comida es uno de los más importantes exponentes de la cultura de un pueblo. Mas en el Perú (¿Quién podría dudarlo?), es el centro de la vida de los peruanos. No resulta para nada raro que, por ser el Perú uno de los países con mayor diversidad biológica, geográfica, económica y social, la cocina peruana sea considerada una de las más variadas del mundo.
Mas en el Perú (¿Quién podría dudarlo?), su gastronomía va más allá de sus contagiosos aromas y de sus irresistibles sabores. Por el cultivo y extracción de sus insumos, en campo y mar, por su preparación, en fogones, hornos o cocinas, por su comercialización, desde mercados hasta lujosos restaurantes, en el Perú la comida representa algo que va más allá del paladar. En cada rincón de nuestro país, de una manera natural, la comida es ese algo que nos cohesiona. Ese algo que genera en nosotros el íntimo convencimiento de que la fusión de sabores, tan propia de nuestra historia, es la gran oportunidad para la difusión de nuestro país al mundo. Y de nosotros, como seres humanos.